La
contabilidad tiene como misión la recogida, clasificación, resumen
y comunicación de las transacciones económicas y financieras a
parte de ciertas situaciones cuantificables de la empresa.
La
auditoría, en cambio, no se preocupa de registrar, resumir,
presentar ni de comunicar dichas transacciones; su objetivo
fundamental es revisarla forma en la cual las transacciones y
situaciones económico - financieras que afectan a la empresa han
sido tanto medidas como comunicadas.
Asimismo
es tarea de la auditoría determinar la adecuación y fiabilidad de
los sistemas de información y de las políticas y procedimientos
operativos existentes en los distintos departamentos de la empresa;
en definitiva la auditoría cubre todas las funciones de revisión,
utilizando a la contabilidad como el vehículo mas idóneo para
realizarla.
La
auditoría esta orientada a presentar un juicio completo de la
empresa, lo que abarca, además del aspecto contable y financiero, la
forma de dirigir la empresa, la capacidad para crear y lanzar nuevos
productos así como la implantación de nuevos mercados.